lunes, 26 de noviembre de 2007

SERES Y CRIATURAS MITICAS




Segunda Parte: La Tierra

Las criaturas que habitan los reinos y tierras míticas están formadas por partes corporales muy similares a las de un animal común y corriente pero combinadas de manera inusual. Algunos de pronto parecerían animales inofensivos pero poseen poderes mágicos y extraordinarios.

Habría que imaginarnos a varios estudiosos de la antigua Grecia caminando y topándose con un hueso tres veces más grande que el de la pierna de un humano, o un cráneo donde en lugar de las cavidades oculares hubiera un solo agujero. ¿ O bien un esqueleto con cuatro patas y un pico curvo y afilado?¿ Qué tipo de creaturas serían éstas? El mito se desmorona cuando los científicos hoy día los reconocen y catalogan como huesos de mamut, dinosaurio u otro animal, pero para los griegos o los fenicios, estas estructuras óseas distintas eran prueba fehaciente de la existencia de gigantes, cíclopes y otros seres descritos en cantos y narraciones viajeras de boca en boca.

Un click a la página de National Geographic y el lector puede documentarse ampliamente acerca de fósiles de dinosaurios encontrados en diversas regiones del mundo y enterarse de que millones de años antes de que el ser humano pasara por el desierto de Gobi, grandes planicies fueron habitadas por animales extraños que parecían haberse formado combinando los rasgos de un águila,y las garras y ferocidad de un león. Estos animales eran dinosaurios pero en la antigüedad se conocieron como Griffin o Gryphon. Arqueólogos que han estudiado este desierto han encontrado infinidad de huesos de dinosaurio -en suma- de Protoceratops, cuadrúpedo con estructura facial que incluye un pico. Tal vez los mineros de siglos atrás basaron sus descripciones del Gryphon en estos hallazgos. En una vasija cuyo dato histórico se remonta al año 550 después de Cristo, se muestra al legendario Hércules luchando contra el Monstruo de Troya, una criatura con un gigantesco diente filoso. Hace unos cuantos años se determinó que ese monstruo no era sino un pariente antiguo de la girafa - el Samotherium cuyo cráneo fosilisado se ha catalogado por antropólogos y estudiosos. Pero dejemos un instante a un lado la prueba indiscutible que demuestra la ciencia e imaginemos al Gryphon, viviendo en nidos allá en las montañas. Con cabeza, torso y garras de águila, cuerpo de león, cola de serpiente, pelaje similar al león o bien plumaje colorido, cuatro patas y alas.

Creaturas similares a esta descripción aparecen en narraciones provenientes de Africa del Norte, el Oriente Medio y Europa, aunque no siempre simbolizan lo mismo. En algunos casos, el Gryphon simboliza la avaricia, en otros, majestuosidad y nobleza. Hoy, los niños conocen a los Gryphons en libros de cuentos como Alicia en el País de las Maravillas y principalmente en la saga de Harry Potter y la imagen mítica se utiliza en escudos heráldicos, y quien lo iba a decir, en el logotipo de los automóviles SAAB y el emblema de la cerveza alemana Lowenbrau entre otros.
Escritos que datan del año 200 A.C. narran que antes de existir humanos en el mundo, grandes batallas se producían entre dioses y gigantes. De nuevo, esas monumentales osamentas pertenecientes a mastodontes o mamuts eran mitificadas como pertenecientes a gigantes cuyos rasgos anatómicos grotescos no podían haber pertenecido al de un ser humano.

LOS GIGANTES, inmensos seres con características humanas han poblado los mitos de diversas culturas. Los cambios geológicos de la tierra destruyeron cráneos mas no osamentas , costillas y vértebras enormes. De acuerdo con los mitos griegos, los gigantes fueron hijos de Urano (el Cielo) y Gaia (La tierra). Por temor a que estos gigantes fueran demasiado poderosos, Urano decidió no permitir su nacimiento y los mantuvo cautivos en el vientre de su madre quien convenció a Kronos su hijo mayor a que atacara Urano ya que al derramar su sangre sobre el vientre de Gaia los gigantes saldrían de su cautiverio. Kronos triunfó en su encomienda y aprovechó para tomar el poder aunque su gusto duró poco pues pronto fue destronado por Zeus. Los gigantes se enfurecieron al ver a su hermano y salvador destronado y desataron una gran batalla entre Zeus y otros dioses del Parnaso, utilizando árboles como mazos y rocas como proyectiles. Los dioses derrotaron a los gigantes y los enterraron bajo las montañas donde su rabia atormentada se dice es la causante de los terremotos y las erupciones volcánicas.
Lo antiguos habitantes de Tanger en Marruecos hacían alarde al contar que su ciudad fue fundada por un gigante llamado Antaeus quien fue enterrado al sur del pueblo. Para probar lo dicho, los soldados romanos cavaron en el sitio indicado, allá en el año 81 A.C. sorprendiéndose al encontrar un esqueleto enorme mismo que fue enterrado de nueva cuenta con gran ceremonia y honores. La ciencia moderna lo ha identificado hoy día como el fósil de un antiguo elefante, muy comun en el área.

Los cíclopes eran los herreros de los dioses griegos así como una banda de creaturas grotescamente feas, fuertes, agresivos y caníbales... por supuesto enormes y con un solo ojo en el centro de la frente. Aquel lector que desee mantener viva aquella imagen de una banda de cíclopes atacando las embarcaciones de Ulises debería interrumpir en este momento la lectura de este artículo ya que se ha demostrado que los cráneos fosilisados de elefantes enanos muestran una cavidad central justo de donde partiría su trompa, mismo que los antiguos griegos pudieron haber interpretado como la cavidad del ojo del cíclope. Curiosamente, aquellos hombres que trabajaban como herreros en Grecia y Roma, acostumbraban tener cubierto un ojo con un grueso parche de cuero ya que si por alguna circunstancia dentro de su oficio se lastimaba el ojo descubierto, tendrían la opción de seguir trabajando como herreros utilizando el otro que previsoramente habían protegido.

Pero pese a que muchas creaturas míticas eran monstruos o espíritus malignos, otros como los Unicornios eran poderosos y pacíficos. El aperlado unicornio europeo evadía el contacto con el ser humano y trataba de no ser visto, pero cuando el hombre se topaba con uno de estos animales apacibles, le tendía un señuelo para atraparlo. Las historias de unicornios abundan, los historiadores del arte lo relacionan con la simbología de Jesucristo en diversas pinturas y además de haber cantidad de cuentos y películas alrededor del tema, su imagen simboliza majestuosidad y poder como en los escudos de armas de Escocia y el Reino Unido. Pero sin el afán de derrumbar este mito, se ha confirmado que los cuernos de unicornio protegidos y venerados en distintas regiones del antiguo mundo no son sino el cuerno de la ballena Narval, órgano sensorial que pueden detectar cambios de presión y temperatura. Dado que en la Edad Media se creía que el cuerno del Unicornio poseía características mágicas y curativas, se dice que la reina Isabel I de Inglaterra poseía uno de valor incontable. También en el Lejano Oriente existió el mito del Unicornio. Miles de años atrás, la tradición mitológica china dice que Fu Hsi estaba sentado a la orilla del río cuando vio un Unicornio con cuerpo de ciervo y escamas de dragón. Su lomo estaba cubierto de signos extraños y símbolos mágicos. Al retirarse el animal, Fu Hsi tomó una vara y rápidamente trazó en el suelo aquellos símbolos como mejor pudo, antes de que escaparan de su mente . Estos dibujos fueron el regalo del Unicornio a China ya que de ellos evolucionaron los ideogramas de su escritura.

Existen ciertas culturas donde es necesario que el ser humano interactúe con sus criaturas míticas para recuperar el balance entre el bien y el mal. Es así como en Bali, Indonesia, cuando la bruja Rangda aprovecha para crear el caos, el Barong Ket, con características de león viene al rescate. Todas las aldeas poseen un disfraz de Barong Ket el cual es utilizado por dos personas, una que mueve la cabeza y dientes, otro responsable del movimiento del cuerpo y la cola. Estos rituales y ceremonias se desarrollan periódicamente y quienes han sido escogidos para manipular el disfraz elevan su rango de respeto en la comunidad.

Pero, son las criaturas míticas reliquias del pasado? Por supuesto que no. Hoy día, la gente continúa narrando cuentos acerca del Yeti o del terrible Chupacabras. Gracias a la difusión en medios e Internet, las historias del Chupacabras se difunden velozmente entre comunidades y países del continente americano. La gente describe los feroces ojos rojos del Chupacabras, su hocico y colmillos relucientes y cómo la bestia merodea el campo buscando cabras y ganado y aterrorizando a los habitantes de las comunidades. De acuerdo a descripciones, el comportamiento de la criatura es similar al de un vampiro, chupando la sangre de su presa. Aunque historias similares datan de varias décadas atrás, el primer rumor acerca de la aparición del Chupacabras provino de campesinos en Puerto Rico a finales de 1980, hoy en día se habla de él en varias regiones latinoamericanas y el suroeste de los Estados Unidos . Algunos testigos dicen que el Chupacabras camina en dos patas o salta como canguro, otros afirman que es cuadrúpedo. Algunos aseguran que tiene piel de iguana, otros que tiene pelaje, que su columna vertebral está cubierta de espinas. ¿Evidencias para descartar el mito? Muchas. Se dice que el Chupacabras ataca animales domésticos y les succiona la sangre. Algunos señalan que los animales encontrados han sido cortados en canal con un objeto punzocortante. ¿Pruebas? Suficientes. Estos sucesos no son necesariamente extraños. Los animales pueden morir por infecciones o enfermedades aún pareciendo absolutamente saludables. Algunos insectos extraen la sangre de cadáveres aún frescos y lo hacen en cuestión de minutos, y al morir un animal los gases del cuerpo se logran expandir de tal forma que el animal puede partirse en dos con precisión quirúrgica. Las descripciones del Chupacabras son variadas y coloridas, similares incluso a los extraterrestres descritos de tantas formas, tamaños y colores, muy parecidos a los Alebrijes , fruto creativo de artistas oaxaqueños que por décadas han venido imaginando a este animal. (...continuará) En el siguiente número: Tercera y última parte: EL CIELO
















































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