martes, 24 de agosto de 2010

La Cultura de la Cerveza



 Es difícil determinar en donde se elaboró por primera vez la cerveza.  Ciertamente ya se bebía en el valle del Tigris y el Eufrates en el año 4000 antes de Cristo y en las leyes babilónicas del año 2300 A.C. se asentaba que se castigaría con la hoguera a cualquier sacerdotisa a la que se le sorprendiera saliendo de un recinto cervecero.   Se dice que fue el Dios Osiris o Isis su mujer quienes la crearon en Egipto en el año 2017 ya que la cerveza se convirtió en una parte importante de la alimentación del pueblo egipcio.

Tampoco se sabe si los habitantes de las islas británicas ya la elaboraban antes de la invasión romana, pero lo que se confirma es que la bebían cuando los romanos partieron y ya comenzaban a elaborar diferentes variedades pues se puede comprobar en antiguos manuscritos.

En ese tiempo se bebía en tazas y recipientes de vidrio pero el arte de fabricar vidrio de repente se perdió y se cambió a beberla en vasijas de barro y cuernos de animal. Se han encontrado también recipientes fabricados en cuero cuyo fondo era circular para poder asentarlos sobre una mesa.  Existían también tarros con capacidad de un litro pero divididos en ocho partes en su interior para que cada individuo bebiera una parte proporcional cuando el tarro pasaba de mano en mano. De aquí proviene la frase “echarse un trago”. 
Durante la Edad Media la cerveza se transportaba en alforjas hechas de cuero y tratadas por dentro con alquitrán o algún tipo de resina.  Es curioso mencionar otro receptáculo conocido como el “Bombarder” que podía almacenar 7 u 8 litros para un bebedor con mucho estómago.
En el año 1266 se tomó la decisión de regular el precio de la cerveza de acuerdo al costo de la cebada.  Es interesante notar que en aquellos días la cerveza era la bebida para la población en general. La servidumbre por ejemplo bebía medio litro de cerveza y una pieza de pan para desayunar. De hecho quedó registrado que justo después de la invasión normanda, el monasterio de la catedral de San Pablo en Londres contaba con una ración per cápita de 120 litros por semana.   Este gigantesco consumo de cerveza parece extraño hoy día pero hay que recordar que en aquellos tiempos en Europa no existía ninguna otra cosa para beber.  El té, el café y el chocolate no se conocían y el agua simple era factible de beberse siempre y cuando uno viviera cerca de un manantial natural o arroyo.  Además hay que recordar que la alimentación no era tan vasta ni tan variada y la cerveza era una fuente nutricional y energética por lo que era básica y necesaria para la vida cotidiana.
No fue sino hasta que llegó al trono de Inglaterra Carlos I  que se le añadió un impuesto mismo que aumentó cuando su hijo Carlos II heredó la corona. 
Lo que no se sabe a ciencia cierta es cuando comenzó a fabricarse con un proceso de maceración, filtración previa y cocción del macerado pero la denominación “cerveza” ya circulaba como nombre genérico a principios del 1500.  En 1516 el duque bávaro Guillermo IV aprobó la famosa “Ley de Pureza” de la cerveza que limitaba los ingredientes permitidos en su elaboración a tres: cebada o trigo, lúpulos y agua. En este tiempo se desconocía la acción de la levadura. El lúpulo es el ingrediente responsable del amargor de la cerveza y se utiliza para compensar el excesivo dulzor proporcionado por la malta además de poseer excelentes cualidades aromáticas.
La primera cerveza embotellada en Inglaterra se produjo en el siglo XVII, una cerveza negra sumamente fuerte que se nombró “Stout” .
Hasta mediados del siglo XV la mayoría de la cerveza era de elaboración casera.  En un párrafo del libro titulado “El ama de casa inglesa”, se lee el siguiente pasaje:  Es un requisito importante que el ama de casa tenga suficiente práctica y experiencia para elaborar la bebida de malta ya que ésta es una necesidad básica para alimentar y sostener a la familia.
Esto daba como resultado que la elaboración casera fuera primordial y la elaboración comercial fuera hecha en pequeña escala pues se sabe que en 1585 solamente existían 26 cervecerías comerciales en Londres y sus alrededores.  No obstante, cuando a principios del siglo XVII apareció el té  llegado del Lejano Oriente, éste se convirtió en una de las bebidas favoritas de ricos y pobres y la elaboración de cerveza casera comenzó a disminuir.

Veinte años después de la caída de Tenochtitlan se fundó en Nueva España la primera fábrica de cerveza del continente americano.  En 1542 se firmó un tratado que se concedía este permiso con la condición de la Corona española recibiera un tercio de las ganancias. La producción de cerveza en Nueva España no se desarrolló como se esperaba pues en aquella época existían varias bebidas de origen anterior a la Conquista como el pulque, aguardientes, vinos de caña, pozoles, ponches, tepaches y vinos de mezquite. En 1802 sin embargo, el barón de Humboldt afirmó que entraron por la aduana del Puerto de Veracruz 71, 806 botellas importadas.  Tres años después de la proclamación de la Independencia (1810) los asuntos relacionados con la cerveza se debatieron en el Congreso Legislativo pues hubo un par de ingleses que reclamaban el privilegio de elaborar esta bebida, el caso de Miguel Ramos Arizpe quien afirmó que la cerveza ya se fabricaba en Puebla y en Texas y el de un hombre de apellido Tuallion quien decía tener la exclusividad en la elaboración de la bebida pues comercializaba la cerveza más popular llamada “del Hospicio de Pobres” pues su fábrica se ubicaba en la calle Revillagigedo donde por muchos años estuvo una institución dedicada al auxilio de los indigentes. De esta manera pasó una larga lista de individuos, suizos, alsacianos e ingleses hasta que a finales del siglo XIX la Cervecería Toluca y México comenzó a fabricar cerveza lager.  Con el tendido de las redes ferroviarias, se importaron maquinaria y malta de Estados Unidos y se instalaron fábricas de hielo y en 1891 se fundó la Cervecería Cuauhtémoc en Monterrey . A mediados del Porfiriato, el desarrollo cervecero se extendió al sureste y se fundó la Gran Cervecería Yucateca.  Al comenzar el siglo XX la cerveza mexicana era un poco más clara que la norteamericana ya que empleaban en su elaboración entre 15 y 30% de arroz. La mayoría se vendía embotellada y casi toda la malta era importada de Alemania y Estados Unidos con excepción de 2 cervecerías, La Toluca y La Perla quienes la producían. La Cervecería Modelo se fundó en 1925.

Dejemos a un lado los grandes consorcios cerveceros para revisar dos casos particulares: Uno es el Rancho Vogelsang (Canto de Pájaro) en la República Checa.  Ubicado en el sur de la región de Bohemia (a tres horas de Praga) donde se encuentra también la cervecería Budweiser Budvar. ( de aquí se inspiraron los norteamericanos para bautizar su cerveza con el mismo nombre).  Budweiser es un estilo- un estilo que se perfeccionó en Bohemia y es hasta hace un par de años que los norteamericanos pudieron probar realmente el producto verdadero pues ni el Rancho Vogelsand ni Budweiser Budvar estaban interesados en promocionar su producto hacia Norteamérica  Los habitantes de Bohemia se han esmerado en lograr la perfección desde 1842 y es por eso que en cada pueblo existen cervecerías locales cada uno vanagloriándose de su exclusivo sabor. .   Sin embargo hoy existen varias cervecerías “artesanales” en los Estados Unidos que están fabricando finísimos ejemplos de cervezas Pilsner, dorada, amarga, con sabores nítidos que se almacena en frío, lo que se denomina “lager” para mantener su tersura. La cerveza “lager” es considerada la más compleja para elaborar pues puede tomar toda una vida el afinar y lograr su color, efervescencia, balance, suavidad y vigor lo que nos lleva a otro caso interesante: la Cerveza Gitana, utilizando el adjetivo como algo o alguien que va de un lugar al otro.  En el estado de Maryland se ubica la Cervecería Artesanal Stillwater pero el maestro cervecero anda siempre fuera.  Para conversar con él, un reportero tiene que llevarle el paso entre bosques y prados.  Brian Strumke, presume que solamente hay tres “maestros cerveceros gitanos” en el mundo.  Como un predicador itinerante de la antigüedad, viaja de cervecería en cervecería, de Bélgica a Baltimore propagando el evangelio del arte cervecero artesanal.  Con frecuencia descubre cervecerías que de entrada no lo toman en serio pero días después le rentan provisionalmente su espacio donde el maestro cervecero utiliza sus propias recetas y crea lotes de edición limitada.  No es que ahora esté de moda convertirse en un gitano cervecero. Lo que está de moda es acudir a restaurantes y bares donde se promueven y se sirven estos tipos de cerveza que ahora van apareados de acuerdo con el platillo que el comensal ordena, algo así como la recomendación de un “sommelier” si así pudiéramos llamarle. (El Programa Cicerone es la versión del Sommelier de vinos pero en el mundo de la cerveza). En el panorama restaurantero de los Estados Unidos así como en revistas especializadas se ha reportado que lo hace especial al Gitano Strumke es que durante el tiempo que le toma concebir y elaborar  una nueva cerveza, siempre está pensando en la comida. Sus mezclas y ediciones limitadas son ya tan disputadas que se ha ganado la confianza y admiración de grandes cervecerías que ponen a su disposición su infraestructura invitándolo a trabajar en ella . La cerveza gitana se describe ahora con un vocabulario de imágenes : el aroma de la grosella, los cítricos brillantes, el toque de hierbas y verdor del bosque…
La cerveza artesanal va ganando terreno poco a poco en el país de la “Bud” y la “Coors”. El año pasado lograron obtener el 7% de las ventas de cerveza producida localmente.  Incluso algo muy curioso se ha observado en los viñedos de Napa y otras regiones de Norteamérica: al final de la jornada se puede observar a los trabajadores y productores bebiéndose una Pilsner bien helada y no una copa de vino.