miércoles, 25 de julio de 2007

Harry Potter del Uno al Siete

En casa vive una verdadera experta en Harry Potter. Desde hace unos trece años  cuando apenas cumplía ocho, tuvo por primera vez en sus manos un ejemplar de la primera edición para Norteamérica de la saga de Harry Potter y desde ese día, el niño mago y sus aventuras la han acompañado . Cada vez  que ocurría el lanzamiento de un nuevo tomo dentro de la vida de Harry, a la medianoche estábamos en las librerías  esperando la copia que habíamos reservado y así lo hicimos por última vez cuando llegó séptimo y último libro que conforma este fenómeno literario y mediático. Harry Potter logró introducir el maravilloso hábito de la lectura a niños de todos los puntos cardinales. Las ventas alrededor del mundo que iniciaron la madrugada del 21 de Julio sobrepasaron los 1.2 millones de ejemplares en solo 24 horas. Hubo niños que ya planeaban un encerrón de lectura durante todo el sábado y el domingo para que el lunes nadie les echara a perder el factor sorpresa.

Los 6 libros anteriores en pasta dura que pertenecen a nuestra experta están ajados, usados, sus páginas acariciadas una y otra vez pues los ha leído, releído y desmenuzado hasta el último detalle.

Existen aquellos que dicen que cada nuevo libro será simplemente uno más para el librero haya pasado la Pottermanía, pero la gran mayoría lo dudamos. Harry Potter es extraordinario y fascinante del Libro Uno al Libro Siete.

Parte del secreto de su autora la inglesa J.K. Rowling es su marcado tradicionalismo. La historia de Harry es un cuento de hadas además de una novela de aprendizaje, de formación. Una "Novela de Aprendizaje" según los cánones literarios, es aquella donde se muestra el desarrollo físico, moral, psicológico y social de un personaje, generalmente desde su infancia hasta su madurez. La Novela de Aprendizaje nace en el tiempo del Renacimiento Literario con obras como el Lazarillo de Tormes donde Lázaro aprende a defenderse en la vida al servicio de muchos amos. Marcel también lo hace en En Busca del Tiempo Perdido de Proust , y Novelas de Aprendizaje son también el Retrato de un Artista Adolescente de Joyce o la Montaña Mágica de Thomas Mann. El género fue perdiendo fuerza con el tiempo, pero a mediados del siglo XX se recobra con "Catcher in the Rye"(El Guardián entre el Centeno) de J.D. Salinger y al inicio del siglo XXI, muchos disfrutamos la narración del tránsito de la infancia a la madurez del protagonista de La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón.

La zaga del joven mago Potter es una novela de asesinato y misterio, una guerra cósmica entre el bien y el mal -fórmula que reverbera en clásicos como las Leyendas del Rey Arturo, Superman, La Guerra de las Galaxias, Cenicienta, El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Narnia, el Paraíso Perdido… en todas podemos encontrar estos elementos. J.K. Rowling ha seguido muy de cerca estas recetas, pero ella ha creado su propio y estupendo platillo. Objetos y artefactos góticos, castillos, cartas robadas, visitantes inesperados. En diversos análisis literarios respecto a cuentos, leyendas, mitos y fábulas que han acompañado al hombre por generaciones, hay cantidad de elementos que podemos colocar dentro de Harry Potter : 1) el villano daña a la familia del héroe (Voldemort asesina a los papás de Harry en un intento de matar al infante de un año) 2) El héroe queda marcado ( cicatriz en forma de rayo en la frente de Harry) 3) El héroe es desterrado (Harry es obligado a vivir con sus tíos los Dursley) 4) El héroe es liberado (Harry entra a la escuela de magos Hogwarts) 5) El héroe debe sobrevivir experiencias traumáticas , efectuar búsquedas, apoyarse en amistades fieles. 6) El villano cambia de morfología y deja rastros de sangre (Voldemort y más Voldemort).

 Por lo general este género literario a través de los siglos termina cuando el héroe se casa y vive feliz por siempre. Tal vez J.K. Rowling desee hacer aquí algunos cambios. Harry entró a Hogwarts cuando tenía 11 años y saldrá de allí a los 17 - siete libros para cubrir este periodo. En entrevistas manifestado que mientras escribe, es muy fácil para ella regresar a cuando tenía 11 años y hacer alusión a las bromas y los chistes de los niños a esa edad. El Quiddich que se juega con 4 bolas -una idea que se le ocurriría por supuesto a un niño- y la problemática infantil universal con la que todos los niños pueden identificarse: pesadillas, regalos de Navidad que decepcionaron, el nuevo bebé que desplaza al consentido de la casa, las pesadillas sociales, los grupos, los bullies, los que hacen sentir menos a otros.
La autora, a través de Harry le habla igual a un niño en Marruecos que a un niño en Taiwan o en México. Y estas conversaciones son prácticamente privadas pese a que los libros se han traducido y vendido en más de 200 países en 55 idiomas incluyendo el Braille. Los niños compran el libro con su propio dinero, leen debajo de las sábanas con linterna. A Harry lo leen niños que antes temían tener en sus manos un libro "gordo", también lo leen niños disléxicos, y todos han leído a Mr. Potter no una ni dos veces sino una docena. Hay padres de familia que dicen que el nivel de lectura de sus hijos ha avanzado impresionantemente.
Harry es el factor que ha obsequiado a millones de criaturas con el increíble hábito de la lectura. (Hay hogares donde se han comprado dos y tres copias del mismo libro de Harry para prevenir una batalla campal . Algo que tanto niños como adultos aprecian enormemente en los libros es que la señora Rowling no se dedica a condescender o a complacer. Por lo general en los cuentos infantiles, siempre hay una lección que el adulto quiere enseñarle al niño y por tanto la disfraza dentro de la trama de tal o cual cuento. Los niños no son tontos. Ellos lo adivinan y descubren inmediatamente y por eso el interés por aquellos cuentos se pierde muy pronto.

Aquí Harry no es el niño perfecto. Muchas veces miente a los adultos, odia a ciertas personas (la crueldad de su tío Dursley que además escupe cuando habla), y también los momentos sentimentales cuando Harry ve a sus papás a través del espejo en una imagen virtual casi verdadera donde le hacen gestos de amor y afecto y que dice al niño lector que Harry finalmente no está solo. La maravilla de los libro de Harry Potter es la enorme riqueza en imaginación, la plenitud de su creatividad. La escritora afirma que la idea se le ocurrió en ruta de Londres a Manchester en 1990 y de este punto al momento de comenzar formalmente a escribir, se dedicó a trabajar en los minuciosos detalles del mundo de Harry Potter. La cosecha es abundante, en objetos y nombres dados a los mismos. La Escuela de Hogwarts es un castillo grandioso y espeluznante con más calabozos y pasillos secretos, con 142 escaleras que desembocan a distintos sitios en diferentes días de la semana. Armaduras que cantan villancicos navideños pero no se aprendieron bien la letra de las canciones y muchos, muchos fantasmas.
El profesorado se cuece aparte así como el encantador guardabosque que parece que acaba de bajarse de una Harley Davidson y momentos después está tomando té y tejiendo una bufanda de lana. La lista de útiles escolares maravilla a cualquier creatura: un caldero, un búho, una varita mágica en lugar de 2 cuadernos de doble raya forrados con papel lustre rojo… En lugar de aprender matemáticas, los alumnos de Hogwarts aprenden hechizos como Expelliarmus para deshacerse de algo.

Los libros de Harry Potter liberan inmensas dosis de fantasía pero su mayor virtud es la madurez y la responsabilidad de su filosofía. J.K. Rowling es una excelente psicoterapista y enseña inmejorable honestidad. (Quienes han objetado a los libros argumentando que no promueven valores deberían de leerlos). Pero su mayor éxito es que la escritora les ha pedido a sus lectores que enfrenten los retos más difíciles de la vida y que no teman ante la posibilidad de que a veces el resultado de algo puede ser negativo o triste y una pérdida puede ser permanente.

Rowling creó un puente para que los niños crucen entre lo mágico y su propio mundo con las reglas que ambos comparten. Creó un mundo en que se puede volar en escoba o incluso hablar con una víbora, pero donde no se puede evitar la tristeza repentina; un mundo donde se mezcla la lucha diaria por la vida con la lucha dentro del mundo imaginario. Los magos también tienen problemas, egos, se avergüenzan, tienen celos, se meten en problemas, tienen inseguridades. La escritora adora a sus personajes e invita a los niños a que se encariñen con ellos también creando con la serie de novelas una pócima curativa.

La tarea de J.K. Rowling llegó a su fin: Siete años antes de que se publicara la última entrega, Harry era un niño y hoy es un hombre. De estudiante se convierte en líder. Dumbledore desciende de lo divino a lo humano. No hay seres inmortales como en Tolkien, ni seres místicos como Gandalf. El problema central es el amor frente a la muerte y la ruta que sus personajes deben encontrar por sí solos.
En blogs y Facebooks aparece una y otra vez el sentimiento de todos y cada uno de los lectores al haber terminado de leer el volumen Siete y estar llenos de emociones encontradas: satisfacción y tristeza. No es tanto la tristeza de haber llegado a la última página del libro pues hay muchos que dicen que el llegar al final los ha convertido en deseosos de volver a comenzar la lectura desde el primer tomo, pues aunque ya conocen la trama y el final, la lectura seguramente tendrá otro tamiz y un nuevo significado. Estos jóvenes que comenzaron cuando tenían 10 años y hoy están a punto de ser mayores de edad hablan de sentir más que tristeza una nostalgia por la unanimidad que se creó con la espera de cada libro, con la salida de cada película (por lo menos aún vienen dos más), por la plática en común que se generaba siempre. Por saber que no era uno el único que lo había leído y releído más de 15 veces. Harry Potter inevitablemente cautivó al mundo entero y no hay nada ni nadie que pueda quitar ese delicioso sabor de boca.
Yo me siento privilegiada de tener en casa la primera edición de cada uno de los siete libros pero principalmente por vivir con una experta en el tema.